jueves, 26 de noviembre de 2015

El universo.

El “domicilio” perfecto

LOS datos del domicilio donde uno vive por lo regular incluyen la calle, la ciudad y el país. En el caso de la Tierra, su órbita es, por así decirlo, la calle; el sistema solar (el Sol y sus planetas) es la ciudad, y la galaxia Vía Láctea es el país en que radica. Gracias a los adelantos en física y astronomía, los científicos han logrado entender mejor las ventajas del minúsculo lugar que ocupamos en el universo.
Para empezar, nuestra “ciudad”, o sistema solar, se ubica en una franja anular de la Vía Láctea conocida como zona de habitabilidad galáctica, la cual está a 28.000 años luz del centro de la galaxia. En esta zona se reúnen las cantidades exactas de los elementos químicos necesarios para vivir. Fuera de ella, no existen posibilidades de vida: más lejos del centro, los elementos indispensables escasean, y más cerca del centro, una mayor abundancia de radiaciones letales y otros factores convierten a la región en un entorno sumamente peligroso. Por eso, como afirma la revista Scientific American, “vivimos en un barrio exclusivo” de la galaxia.
La calle ideal
No menos exclusiva es la “calle”, u órbita de la Tierra, dentro de la “ciudad”, es decir, el sistema solar. Su trazado está a una distancia media de 150 millones de kilómetros (93 millones de millas) del Sol y se ubica dentro de la zona de habitabilidad circunestelar, donde los seres vivos ni se congelan ni se queman. Aunque la órbita de nuestro planeta es elíptica, la distancia que lo separa del Sol es más o menos la misma durante todo el año.
El Sol, por su parte, es la central eléctrica por excelencia, pues además de ser estable, tiene el tamaño óptimo y emite la cantidad de energía que necesita la Tierra. Con razón se dice que es “una estrella muy singular”.
La excelente vecina de al lado
De todos los vecinos que la Tierra pudiera tener, no hay ninguno como nuestro satélite: la Luna. Su diámetro mide aproximadamente una cuarta parte del de la Tierra. De modo que, en comparación con otras lunas de nuestro sistema solar, la nuestra es muy grande para la Tierra. Pero lejos de ser un error, es una ventaja.
En primer lugar, la Luna es la causa principal de las mareas oceánicas, las cuales cumplen un papel esencial en la ecología del planeta. En segundo lugar, contribuye a la estabilidad del eje de la Tierra. Si nuestro satélite no fuera como es, el globo terráqueo bailaría como un trompo, quizás hasta se iría de lado al girar. Además, los cambios en el clima y en las mareas, así como otras alteraciones en la naturaleza, resultarían catastróficos.
Inclinación y rotación exactas
La inclinación de la Tierra (23,5 grados) hace posible el ciclo anual de las estaciones, regula la temperatura y da lugar a una amplia gama de zonas climáticas. “Parece que el eje de inclinación de nuestro planeta es el idóneo”, señala el libroRare Earth—Why Complex Life Is Uncommon in the Universe (El singular planeta Tierra: por qué es difícil hallar formas de vida complejas en el universo).
Gracias al movimiento de rotación, la duración del día y la noche también es perfecta. Si el período de rotación fuera mucho mayor, el lado de la Tierra que diera hacia el Sol se quemaría y el lado contrario se congelaría. Por otra parte, si la rotación fuera más rápida y los días solo duraran unas cuantas horas, se desatarían implacables vientos huracanados y otros fenómenos desastrosos.
En definitiva, todo lo relacionado con nuestro planeta —su “domicilio”, la velocidad de su rotación y su extraordinaria “vecina”— demuestra que ha sido diseñado por un Creador inteligente.*Paul Davies, destacado astrofísico y evolucionista, declaró: “Hasta los científicos ateos se estremecerán ante la grandeza, la majestuosidad, la armonía, la elegancia, el verdadero ingenio del universo”.
¿MÁS RÁPIDO QUE UNA BALA?
Al terminar de leer este recuadro, usted habrá viajado miles de kilómetros sin siquiera darse cuenta. Veamos por qué decimos esto.
Nuestro planeta mide 40.000 kilómetros (25.000 millas) de circunferencia y su rotación dura casi veinticuatro horas. Por lo tanto, las zonas ecuatoriales giran a unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) por hora. En los polos, no obstante, la superficie permanece inmóvil.
La Tierra gira alrededor del Sol a 30 kilómetros (18,5 millas) por segundo, mientras que el sistema solar en conjunto viaja alrededor del núcleo de la Vía Láctea a 249 kilómetros (155 millas) por segundo. En cambio, la velocidad de una bala ni siquiera alcanza los 2 kilómetros (una milla) por segundo.
¿Será esta maravilla un simple producto de la casualidad o el diseño inteligente?

La ballena jorobada.

La aleta de la ballena jorobada



LA BALLENA jorobada adulta mide y pesa más que un autobús, y aun así, este colosal mamífero se sumerge y da giros en el agua con sorprendente agilidad. ¿Cómo lo logra? Parte del secreto está en la forma de sus aletas.
Piense en lo siguiente: La mayoría de las ballenas y demás cetáceos tienen aletas con el borde delantero liso. En el caso de la ballena jorobada, en cambio, el borde tiene una serie de protuberancias llamadas tubérculos. Dichas protuberancias canalizan el agua y la dividen en múltiples vórtices, o remolinos, creando turbulencia. Este “efecto tubérculo” le da a la ballena mayor impulso, lo cual le permite girar las aletas en ángulos más pronunciados sin “atascarse”. Además, reduce la resistencia al agua, un importante beneficio en vista de lo largas que son las aletas (casi un tercio de la longitud del cuerpo de la ballena).
Los investigadores están valiéndose de este concepto para diseñar timones, turbinas de agua, molinos de viento y aspas de helicóptero más eficientes.
¿Qué le parece? ¿Es la aleta de la ballena jorobada producto de la evolución, o fue diseñada?

Las plumas del búho.

Las plumas del búho

▪ El búho es la envidia de la aviación. ¿Por qué? Por su silencioso vuelo. De hecho, “ninguna otra ave es tan sigilosa”, afirma la sociedad National Geographic en su página web. ¿Cuál es su secreto?
Reflexione: Las plumas de la mayoría de las aves producen un ruidoso silbido cuando el aire pasa sobre ellas. En cambio, las del búho anulan ese ruido. ¿Cómo? Primero, el borde desflecado de las plumas remeras rompe las ondas de sonido que normalmente se crean cuando un ave baja las alas durante el vuelo. Y segundo, la mullida capa de suavísimas plumas que cubren todo su cuerpo amortiguan los demás ruidos.
A los ingenieros en aeronáutica les encantaría sacarle el jugo a lo que saben sobre el vuelo del búho. Para empezar, hay aeropuertos que limitan los despegues y los aterrizajes temprano en la mañana y tarde en la noche debido a estrictos controles en los niveles de ruido. Con aviones más silenciosos, se podrían realizar más vuelos. Ya existen varias posibilidades, pero “apenas se está comenzando”, dice Geoffrey Lilley, profesor emérito de Aeronáutica de la Universidad de Southampton (Inglaterra). Él calcula que todavía faltan varias décadas para fabricar un avión tan sigiloso como el búho.
¿Qué piensa? ¿Llegaron a existir las silenciosas plumas del búho por casualidad o diseño?
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Las tortugas marinas.

El sistema de navegación de la tortuga marina

          

Los investigadores describen la migración de las tortugas marinas desde su zona de alimentación hasta las costas donde anidan como “uno de los fenómenos más excepcionales en el reino animal”. Durante décadas, este reptil los ha tenido intrigados.
Reflexione: Cada dos o cuatro años, la hembra sale a la playa para poner sus huevos —unos cien en una única puesta— y enterrarlos en la arena. Cuando los huevos eclosionan, las tortugas recién nacidas se encaminan hacia el océano. Inician entonces una asombrosa travesía que, en total, puede cubrir una distancia de 12.900 kilómetros (8.000 millas). Años después, ya adultas, las hembras vuelven a la misma playa donde nacieron para poner sus propios huevos.
¿Cómo se orientan en su largo viaje? “Parece que heredaron una especie de mapa magnético”, dice el biólogo Kenneth Lohmann, de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), citado enNational Geographic News. La investigación indica que la tortuga marina puede determinar su posición detectando el ángulo y la intensidad del campo magnético de la Tierra. Esta asombrosa habilidad permite que las diminutas e indefensas crías inicien su viaje migratorio alrededor del Atlántico, “y que lo hagan solas sin seguir a otras tortugas”, explica Lohman.
¿Qué piensa? ¿Es la capacidad de navegación de la tortuga marina producto de la casualidad o diseño?

Las alas de las mariposas.

La superficie del ala de la mariposa


● Los llamativos colores metálicos de las alas de ciertas mariposas varían dependiendo del ángulo desde el que se miren. En un caso, el color es tan puro e intenso que puede verse a unos 800 metros (media milla) de distancia. ¿Por qué es tan sorprendente el ala de la mariposa?
Piense en lo siguiente: Las alas de la mariposaPapilio blumei presentan hileras de pequeñas concavidades que reflejan la luz de diversas maneras: el centro refleja la luz amarilla y la verde; y los costados, la azul. La luz que llega al centro de cada concavidad es reflejada directamente, mientras que la que llega a los costados rebota sobre una superficie de múltiples capas, lo cual amplifica y polariza parcialmente —o hace rotar⁠— las ondas luminosas. La mezcla final se llama color estructural debido a la complejidad del proceso que la genera.
A los investigadores les tomó diez años producir una réplica simplificada de la superficie del ala de la mariposa. Esperan que este avance lleve a la creación de billetes y tarjetas de crédito más difíciles de falsificar, así como de celdas solares más eficientes. Sin embargo, imitar el diseño en cuestión es un verdadero desafío. El profesor Ullrich Steiner, del Centro de Nanociencia de la Universidad de Cambridge, escribe: “A pesar de la detallada comprensión que tienen los científicos de los fenómenos ópticos, la paleta de colores de la naturaleza es tan rica que a menudo supera cualquier efecto óptico generado mediante la tecnología”.
¿Qué le parece? ¿Es la superficie del ala de la mariposa producto de la casualidad o diseño?